Siempre se ha hablado de la importancia de mantener la intimidad de una pareja luego de la llegada de un bebé. Aunque, realmente, no siempre existe esa posibilidad, ya que un hijo recién nacido demanda mucho tiempo, específicamente de la madre. Eso produce un desequilibrio en la rutina de cualquier pareja.
Las necesidades de un bebé se vuelven lo más importante y se deja todo lo demás de lado para poder atenderlo de la mejor forma posible. Muchas veces es tanta la carga de responsabilidad que los padres primerizos no encuentran la manera de sobrellevarla, por lo que los temas de la relación y mantener cierta pasión entre ellos comienzan a olvidarse.
A pesar de ello, existe una manera para que la situación no se vaya de las manos y poder mantener las dos cosas en un buen equilibrio, tanto la relación como el cuidado del niño.
Lo primero que se debe hacer y más precisamente la madre, es tratar de desconectarse un poco del bebé. Suele pasar y más aún a las madres primerizas, que sienten que cada pequeño sonido de su hijo es porque les pasa algo y están sobre ellos todo el tiempo, claro que es importante el cuidado, pero hay que saber que hay límites para no sobrepasarse.
Luego de haber logrado ese primer paso, la pareja debe sentarse a conversar sobre ello y tratar de organizar en lo posible los horarios para que sus actividades puedan coincidir y poder disfrutar de tiempo juntos. Muchas veces esta organización parece algo imposible, sin embargo puede que haya espacios en el día en el que ninguno de los dos tiene algo que hacer y pueden dedicarlo a demostrar ese amor que debe estar más fuerte que nunca con la llegada de un hijo a la familia.
Si el problema es la pérdida de la pasión a la hora de tener relaciones, se debe pensar cuál es el motivo. Tal vez la mujer todavía no se siente segura por el estado en que ha quedado su cuerpo, pero la verdad es que si la otra parte de la pareja está enamorada, eso no debería preocupar. Lo que se puede hacer es comprar ropa sexy para que esa chispa no se pierda.
