Fotografiar es escoger un momento, un sitio, una persona, una sensación y capturarlos para siempre. Y cuando ese momento y ese lugar son tan irrepetibles es muy importante que nuestras fotografías puedan guardarlo de la mejor forma y con la mayor belleza posible. Y mucho más si en esa fotografía sale la persona que más nos gusta, aquella persona de la cual estamos enamorados.
En primer lugar, a corta distancia se puede mostrar detalles reveladores. No hay que tener miedo de acercarse y sacar una foto muy cerca de nuestra pareja. Lo más importante es que nada distraiga la atención de lo que realmente deseas mostrar y se resalte lo mejor de ella. Si no tienes una buena cámara, puedes ver camaras y accesorios aquí.
Otro punto importante es el encuadre. Está claro que el encuadre debe centrarse en esa persona que nos gusta. Ella debe ser el tema central de la fotografía. Nada ni nadie le debe quitar el protagonismo.
Asimismo, hay que conseguir que esa persona se sienta a gusto mientras se toman fotografía de ella. Hay que hacerla sentir cómoda, segura, alegre y relajada. Las fotografías deben salir, fluir, no ser algo académico. Y para ello es fundamental que se sienta totalmente a gusto.
Por último, la intensidad de la luz, su ángulo, su fuente de procedencia y su incidencia en la escena, son elementos que determinan completamente una fotografía. La luz natural queda mejor para las fotografías y se debe aprovechar cuando queremos hacer una foto a la persona que nos gusta. En este caso, el atardecer es un momento maravilloso para tomar una fotografía de enamorados.
Son muchos detalles a tener en cuenta, aunque lo más importante es poder hacerle esa foto a esa persona que te gusta. Es una experiencia inolvidable.
