Métodos para dejar de comerte las uñas

Comerse las uñas

La onicofagia, como se denomina científicamente al comportamiento compulsivo de comerse las uñas, debes saber ya que las manos en ese estado dejan mucho que desear, ya que son impresentables y dan una mala imagen. Por otro lado, también pueden jugarte una mala pasada en una entrevista de trabajo o de ingreso a una carrera específica, ya que comérselas delata nerviosismo y eso no es algo bien visto, por ejemplo, dentro de las fuerzas de seguridad.

Es por esto que te vamos a recomendar algunos métodos sencillos para ayudar al propósito de dejar de comerse las uñas. Y decimos ayudar porque es necesario que tengas voluntad de hacerlo. No hay magia en esto.

  • Aplicar alcohol: Te preguntarás para qué. Cuando te comas las uñas a tal punto que también te muerdes la piel, el alcohol te hará arder la herida y además te dejará un sabor asqueroso.
  • Uñas de manicura: Las uñas en gel son una excelente idea, ya que permiten que crezcan tus uñas y no podrás dañarlas con los dientes o al menos te dará más trabajo hacerlo. Por otro lado, chiste fácil,  con lo que vale hacértelas, seguramente vas a llorar antes de quebrarlas.
  • Boca ocupada: Mantener la boca siempre en movimiento, masticando, ya que así estarás distraída y no te morderás las uñas. Lo más recomendado son los chicles, caramelos y semillas de girasol.
  • Untar ajo o pimienta: Muchas son las propiedades del ajo, pero en este caso sólo lo untaremos en nuestros dedos con el fin de darle un gusto feo a los mismos. Lo mismo con la pimienta, ya que ésta es más picante y por lo tanto, será un tanto incómodo comérsela.
  • Usar barniz/esmalte especial: Hay determinados esmaltes que se ofrecen en las perfumerías que tienen como fin amargar tus uñas. La mayoría son de color transparente y suelen tener calcio, lo cual hará que tus uñas se fortalezcan más rápido.

Onicofagia

De todos modos, ten en cuenta que al principio las uñas te crecerán débiles, escamosas y quebradizas. Cuando estén más o menos largas, córtalas un poco y límalas para no dejar tentadoras asperezas. Repite este proceso hasta que crezcan fuertes.