Diseñadores

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Son los encargados de pensar cómo vestir nuestras figuras. Todas las temporadas su trabajo íntegro está destinado a marcar una tendencia. Son los amos de la moda, los que dan la pauta, los dioses y los demonios (¿por qué no?) a los cuales adoramos.  Esperamos sus creaciones con ansias para obtener cuanto antes un ejemplar de sus colecciones o por lo menos los observamos y respetamos sus “dogmas” para vernos bien.

¿Quién de nosotras no ha oído hablar de Valentino, Karl Lagerfeld (para Channel), Kalvin Klein o Tom Ford? ¿Cuántas no estaríamos dispuestas a dar lo que sea por poseer una prenda de su genial trabajo? Damas, hablamos de lo que los hombres no terminan de entender: la moda es parte de nuestra vida, nuestra esencia, y los diseñadores son los que nos proveen el “alimento” necesario para ella.

Clásicos o vanguardistas, para casas de moda o independientes, hombres o mujeres, ellos han dedicado su vida a transformar la figura de la mujer en una obra de arte (para satisfacción nuestra) haciendo uso de su visión de la estética y creatividad.

Todos los estilos, el uso del color, las texturas, los accesorios… cada uno emplea los recursos necesarios dedicados exclusivamente a buscar nuestro contento. La interacción que ellos poseen con sus equipos de trabajo se traduce temporada a temporada en colecciones que nos dejan sin aliento y con el efectivo o las tarjetas listas para comprarlas apenas asoman en un desfile.

A mirar vidrieras entonces, la nueva temporada está llegando