Seguramente pienses que hacer un esmalte de uñas de un color determinado es un experimento químico más que difícil, pero no es para tanto, es sencillo y si en realidad si no consigues el tono que quieres puedes hacerlo tú misma siguiendo unos simples pasos y con pocos materiales. Vamos a ver cómo hacer un esmalte de uñas casero de una forma muy económica.
Vas a necesitar un esmalte transparente, una sombra para ojos, brillantina (puede comprarse en cualquier librería o papelería), dos hojas de papel y por último un palillo de dientes.
Para comenzar, es recomendable que el esmalte esté ya usado porque de este modo tendrás espacio dentro del frasco para agregarle lo necesario, aumentando la cantidad de producto. Si el frasco no está algo vacío, deshazte de un poquito de líquido para poder meter la sombra y la brillantina a gusto.
Deja el pincel del esmalte fuera para empezar, el proceso no debe tardar demasiado porque si no el esmalte en el pincel se secará y endurecerá, haciendo imposible su futura utilización.
Ahora vamos a hacer un embudo con una de las hojas de papel, puedes asegurarlo con un trozo de cinta adhesiva para que no vaya a escaparse la sombra. La sombra debe ser de 4 oz o 113 g, para que el color quede opaco. Vamos a agregarla toda ya bien molida (fíjate bien en dónde harás este paso para no ensuciar nada), y para que sea más clara o casi transparente solo la mitad de la sombra de ojos o menos. Una vez molida, viértela en el embudo. Si se atora en la punta solo empújala con el palillo. Agrega, si gustas del estilo glam, un poco de brillantina o purpurina para que no quede de color mate.
Ahora vamos a tapar el esmalte y a sacudirlo muy bien para que no vayan a quedar grumos de sombra y el color se disperse bien. Hazlo hasta que todos los ingredientes estén bien mezclados e incorporados.
Puede reemplazar la sombra con brillantina y de este modo obtener un esmalte transparente de brillos de algún tono en particular que, aunque no está de moda, siempre es una opción elegante.
